La empresa humanista debe aplicar su política de valoración y respeto de las personas y de la biosfera, así como su impacto en la sociedad, de manera coherente e integral. Descuidar cualquiera de los aspectos que afectan a sus agentes de interés puede comportar riesgos y comprometer su eficiencia e incluso comprometer su sostenibilidad futura. Prestar atención a la relación con los clientes o proveedores, y descuidar la gestión de sus equipos, o cuidar éstos, pero no ser eficiente en el uso de recursos naturales, puede derivar en una pérdida de reputación empresarial, o sencillamente, la pérdida de oportunidades respecto de otros operadores más
diligentes en su gestión integral.

Esta publicación aborda temas relacionados a la Gobernanza Humanista para contribuir al progreso de la humanidad.